Importancia Del Idioma
¿Quieres estudiar Latín? Empieza Ahora!Curso de Latín inicial, Conoce más sobre la modalidad ingresando a http://cursodelatin.com.ar/
Publicada por Curso de Latín a distancia en Miércoles, 28 de octubre de 2020
El latín en el derecho
Es verdad que en otros tiempos el latín fue mucho más importante que hoy para los abogados. En la medida de que el derecho aplicable era el Corpus Iuris Civilis, no cabe duda de que había que aprender latín para poder aprender derecho. Más tarde, los Estados nacionales que comenzaron a esbozarse en la Baja Edad Media y los poderes locales que se oponían a la idea de Imperio, fueron abandonando los cuerpos jurídicos romanos y optando por leyes nacionales o regionales que se expresaban en la lengua romance o germánica del lugar: italiano, francés, castellano, flamenco, etc. Incluso, dentro de esta pugna política contra el Imperio, en muchos lugares de Europa se llegó a prohibir que se citara el derecho romano como vigente, debiendo utilizarse para resolver los conflictos únicamente el derecho promulgado por los reyes y otras autoridades feudales. En estas circunstancias, los juicios comenzaron a llevarse también en la lengua del lugar, abandonando el latín.
Sin embargo, todavía el latín seguía siendo indispensable para los juristas. Los comentaristas y teóricos del derecho seguían escribiendo sus libros en latín; y, consecuentemente, los estudiantes de derecho tenían que saber latín. El derecho romano, si bien ya no estaba vigente oficialmente, se mantuvo en la consciencia jurídica europea como un derecho culto, más académico, con más profundidad, más orgánico, frente a un derecho circunstancial y popular constituido por las esporádicas leyes del momento. Es así como se creó la consciencia de que, pese a los nacionalismos, existía un ius commune, un derecho común a toda Europa que, cuando menos a nivel de principios, estaba por encima –aunque no tuviera validez formal– de los derechos nacionales y locales.
Inscripción 2021. Curso de Latín inicial a distancia
El curso está a cargo de Sebastián Pierpauli, abogado argentino. Miembro
Las decisiones, tomadas por los distintos órganos en que se organizaba la sociedad romana, sirvieron para dar forma a un cuerpo legal escrito que complementaba las normas no escritas, un ordenamiento que establecía los derechos y libertades de los ciudadanos y la forma de resolver los conflictos o de castigar los incumplimientos.
A pesar de ser una legislación tan antigua, su influencia en diferentes factores sociales, políticos y económicos ha trascendido en el tiempo. Esto se debe a que los romanos supieron elaborar un cuerpo legislativo sencillo, capaz de dar respuesta a los conflictos que surgían entre los ciudadanos de la manera más simple, sin buscar grandes formulaciones teóricas, aunque con un espíritu formalista muy sólido, tanto en la interpretación de su derecho como en su aplicación, buscando la solución más justa a cada caso concreto y con una enorme capacidad de adaptación a los cambios y necesidades imperantes en cada momento en la sociedad.
De forma simplificada, el Derecho Romano distinguía entre varias formas de comprender lo que era justo conforme a derecho:
– Ius: normas creadas por el hombre
– Iniuria: lo contrario a esas normas
– Fas: voluntad divina
– Nefas: lo contrario a la voluntad divina
Su ordenamiento distinguía también entre:
– Derecho público, que era la parte del ordenamiento jurídico que regulaba la acción del Estado en áreas del interés general y velaba por su relación con el ciudadano u otras comunidades independientes.
– Derecho privado, que era la esfera jurídica que regulaba las relaciones entre los ciudadanos y sus intereses particulares.
Según el jurista Celso, el “derecho” era el arte de lo bueno y lo equitativo. Y de acuerdo con Ulpiano, la justicia era definida como la voluntad constante de dar a cada uno su derecho, apoyándose el Derecho Romano en tres preceptos:
– Honeste vivere o ‘vivir honestamente’.
– Alterum non laedere o ‘no dañar al otro’, porque quien ocasiona un daño a otra persona lesiona sus derechos y queda expuesto a sanción.
– Suum cuique tribuere o ‘dar a cada cual lo suyo’, es decir, cumplir con las leyes, los contratos, pactos y reconocer el derecho ajeno.
Enlace https://www.unir.net/derecho/revista/derecho-romano/
Comentarios
Publicar un comentario